Ramón Cerdán, alias “nene”, un policía retirado de Ituzaingó fue condenado a seis años y tres meses de prisión efectiva como autor material de una tentativa de homicidio simple con arma de fuego; además, deberá resarcir a la víctima del ataque con $ 560 mil pesos por daños y perjuicios.

La sentencia, homologada el pasado 15 de este mes por el juez de Garantías de Ituzaingó, doctor Néstor Oscar Anocíbar, fue posible gracias a un acuerdo de juicio abreviado pleno que logró con el imputado el titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas (UFIC) de esa ciudad de la Quinta Circunscripción, doctor Eugenio Ramón Balbastro.

La audiencia que en un primer momento fue convocada como de acusación y admisión de pruebas, el pasado jueves, fue transformada de inmediato por el juez en una audiencia de juicio abreviado pleno, en razón del acuerdo entre las partes informado por el representante del Ministerio Público Fiscal y con base en el principio de economía procesal.

Con todos los elementos ante sí, el magistrado sostuvo entonces que la autoría del hecho que se atribuía a Cerdán estaba “debidamente acreditada con la evidencia colectada en contra de aquél y que ha sido descripta por acusador público (N. del A.: el fiscal) durante la audiencia pertinente”.

Entre esas pruebas figuran informes policiales y médicos y los testimonios de la víctima y quien fue testigo privilegiado de la agresión porque en ese momento charlaba con quien sería la víctima, Darío Nicolás Espíndola.

El hecho sucedió casi un año antes de la sentencia: el 24 de agosto de 2021, alrededor de las 17, cuando Cerdán iba en su moto 110 centímetros cúbicos, de color rojo, en aparente estado de ebriedad y en un camino cerca de Puerto Mora de la Isla Apipé Grande (a 500 metros de la ruta Provincial n.° 84) comenzó a discutir con Espíndola, quien conversaba con otro hombre (J. T.). La discusión escaló en violencia y “Nene”, de pantalón blanco, campera azul con rayas amarillas y boina azul, le espetó a quien sería su víctima que no le tenía miedo y le iba a tirar un tiro.

Casi inmediatamente, empuñó un arma de fuego chica, calibre 22 o similar, y le disparó a la cara a Espíndola. La bala ingresó por su pómulo y quedó alojada en su cabeza, pero a pesar de la gravedad del ataque, no lo mató.

También corroboró el juez el consentimiento libre y voluntario por parte del imputado, quien además de ir a la cárcel, está obligado a resarcir económicamente a Espíndola, por daños y perjuicios, con $ 560 mil pesos, en dos cuotas. La primera, de $ 280 mil pesos, la abonó el mismo día de la audiencia, y la restante deberá pagarla al mes de homologada la sentencia.