El director del Programa de Litigación Penal Adversarial en el nuevo Código Procesal Penal de Corrientes concedió una entrevista a modo de cierre de la exitosa capacitación que organizaron la Fiscalía General del Poder Judicial y la Universidad de San Isidro “Dr. Plácido Marín”. Dejó un claro mensaje para todos los operadores judiciales de la Capital, próximos a implementar el sistema adversarial: “Espíritu crítico y capacitación”. Resaltó que la “Fiscalía General está ocupada en que todo salga bien”.
El director del Programa de Litigación Penal Adversarial en el nuevo Código Procesal Penal de Corrientes, magíster Nicolás Ramón Ceballos, dialogó con la Oficina de Prensa del Ministerio Público y, a modo de cierre de la exitosa capacitación que organizaron la Fiscalía General del Poder Judicial y la Universidad de San Isidro “Dr. Plácido Marín”, hizo un repaso sobre cómo deben afrontar los operadores judiciales el cambio de paradigma. Remarcó que es un clic “cultural” y que requiere “espíritu crítico y capacitación”. Además, puso se relieve que la “Fiscalía General está ocupada en que todo salga bien”.
-¿Qué potencialidades humanas y profesionales vio en los funcionarios del Ministerio Público de Corrientes que participaron del Programa de Litigación Penal Adversarial y están próximos a aplicar el nuevo Código Procesal Penal?
-Están todos con muy buenas condiciones para llevar adelante el nuevo sistema. Lo primero que destaco es la inquietud, la observación, las ganas. El espacio de decir, bueno, yo necesito capacitarme, y necesito ver qué herramientas utilizo para la aplicación del nuevo Código. Y ahí es donde veo esa necesidad, cuando veo en ellos las ganas de prepararse para este nuevo desafío. Porque implica un desafío.
-Dijo que como en el nuevo sistema los jueces no conocen el caso, que los fiscales y defensores deben brindarles toda la información necesaria para evitar que vaya a leer y vuelva a la “cultura del expediente”. ¿La falta de preparación es el principal obstáculo para traducir la letra del nuevo Código en un mejor servicio de justicia?
-Más que la capacitación o no, pasa por ir a la zona de confort o no. Si uno, en vez de esperar que el fiscal y el defensor le transmitan la información para poder resolver, trata de ver por sí mismo en búsqueda de esa información, y ahí es donde se genera el conflicto. El conflicto, en el sentido de que tal vez lo que uno lee no es la percepción sobre lo que la fiscalía y la defensa van a discutir. Entonces, creo que esa seguridad que busca el juez, la puede tener a partir de la calidad en la información y la confianza que adquiere con los litigantes. La confianza en el sentido de decir, bueno, este fiscal me está presentando un caso, sé que el fiscal lo preparó, sé que el fiscal es sólido, que si acusa, no estaría aquí. El defensor, si me está planteando, es porque estudió, porque lo pensó, porque tiene un interés. Entonces, esa confianza, hace a la zona de confort, que tiene que modificar la zona de confort anterior en la lectura de un expediente.
-Hizo una referencia muy fuerte a la necesidad de que fiscales y defensores utilicen un lenguaje claro en las audiencias, incluso ante jueces técnicos. ¿Los principios de publicidad y simplicidad contenidos en el nuevo Código Procesal Penal de Corrientes son clave e interdependientes?
-Son fundamentales para para eso. Creo que la información en sí misma es un derecho, un derecho de todos es tener información. Y la información tiene un carácter constitucional y convencional, no es meramente transmitir una decisión y a consecuencia de esa transmisión que las partes y el público en general sepan de qué se está tratando. Si no tiene un valor en lo constitucional, de dar explicaciones, de justificar los actos de gobierno, de brindar todo lo necesario para que la gente sepa el tipo de justicia que tiene. Eso en general. También en particular, la víctima y el imputado, entender qué está pasando. Entonces ese lenguaje claro hace a esa necesidad de que esa información, con contenido constitucional, llegue de la mejor manera. Porque la información es el canal necesario para el ejercicio de derechos, para que sea quien fuere el que está actuando, tome una decisión sobre cómo actuar respecto del caso en sí mismo. El defensor con información puede ejercer mejor su defensa. El fiscal, con información, puede lograr un mejor posicionamiento de su ministerio.
-¿Considera que el legislador correntino dictó una norma moderna, eficaz y sobre todo armoniosamente aplicable?
-Creo que dictó una norma que tiene que necesariamente estar acompañada por una cultura de cambio, que acompañe esa norma. Hay un dicho de que una mala ley, aplicada por buenos operadores, funciona. En cambio, la inversa es más complicado. Pero una ley, sea la que fuere, y en este caso es una buena ley, si va acompañada de buenos operadores hace que sus objetivos se cumplan. Entonces, necesariamente tiene que haber una cultura pensada en el cambio del sistema, en miras de mejorar la eficacia de la intervención penal.
-Ya que menciona la necesidad de un cambio cultural. ¿Cómo desaprende el operador judicial aquello del viejo sistema para enfocarse en lo nuevo o no funciona así?
-Creo que el clic está en la capacitación y en el espíritu de ser crítico con uno mismo y con todo. Decir, bueno, yo tengo que cambiar esto, esto lo tengo que modificar y ver los beneficios. Entonces, es muy interno. Y lo más propicio es la capacitación. Saber el porqué y tener un espíritu crítico.
-Con espíritu crítico, por favor: ¿qué le dejó este paso por Corrientes, con tres encuentros con 65 participantes presenciales y una treintena virtuales?
-Me deja, primero, gente muy cálida, que me recibió de manera excepcional. Me deja gente con muchas ganas de llevar adelante este cambio normativo de la mejor manera. Gente preocupada por el sistema penal y que quiere que esto funcione, que esto es buenísimo. Y después, me deja la sensación de una Fiscalía General preocupada por el cambio, en el sentido positivo. Es decir, más que preocupada, ocupada en que el cambio salga bien y de que las cosas salgan bien. Eso veo y me voy muy contento. Conocí gente que quiere que realmente esto mejore.