20 octubre, 2016 -

Doctor Fernando Cardini: “La base en investigación criminal es el trabajo de equipo”

El químico toxicólogo del Programa Nacional de Crimnalística concedió una entrevista donde se refiere al salto de calidad de que deben dar las investigaciones para terminar con la impunidad, la necesidad de saber hacer uso correcto de los recursos técnicos en el país y el cambio de paradigma en materia penal.

El pasado viernes 7, en la ciudad de Corrientes, los representantes del Ministerio Público de toda la provincia tuvieron acceso a una capacitación del Programa Nacional de Criminalística (PNC), surgida de un entendimiento entre el Ministerio de Justicia de la Nación y la Fiscalía General del Poder Judicial de Corrientes, representadas por los Doctores Germán Garavano y César Sotelo, respectivamente, y con el auspicio del Consejo Federal de Procuradores, Fiscales, Defensores y Asesores Generales de la República Argentina.

El disertante, Fernando Guillermo Cardini, prestigioso Doctor en Química y Toxicólogo, brindó una entrevista al finalizar el curso, donde se refirió a cuestiones que forman parte del debate actual sobre la justicia, además de los alcances de estas capacitaciones pensadas para todo el país y en las que Corrientes pasó a formar parte de un lote privilegiado, al ser una de las diez primeras provincias en recibirla.

-Según sus dichos, en la Argentina están los elementos tecnológicos para llevar adelante investigaciones criminales exitosas, pero el recurso humano todavía no está capacitado para darle el uso pertinente. ¿Es así?

-Así, es exactamente. Tenemos muy repartido a nivel país los recursos técnicos en cuanto a equipamiento, también tenemos recursos profesionales y poder de capacitación por medio de diferentes universidades e instituciones públicas, que brindan maestrías y tecnicaturas en temas forenses, es decir que hay una serie de recursos, pero lo que estaría faltando hoy, según mi opinión, es afianzarlo. Primero con un diagnóstico adecuado, para poder determinar  donde están las oportunidades para mejorar estos recursos, ya que actualmente no sabemos bien dónde hay que poner recursos de capacitación, de equipamiento o de buen uso de los equipos. Lo que faltaría, a mi entender, es bajar a tierra un análisis, provincia por provincia, de lo que se sabe, lo que no se sabe, de cuáles son los elementos para mejorar, cuáles son los recursos para optimizar y dónde poner esos recursos económicos por un lado, que la Justicia puede aportar a cada provincia como se lo ha hecho anteriormente y como lo está haciendo ahora.

El tema es que no se ha estado haciendo de una forma sistemática y ordenada, se realizó de una forma muy irregular, según el parecer de las personas que intervinieron, sin basarse en ningún criterio específico. Recién hoy tenemos estadísticas del delito que nos permiten saber dónde se debe poner más el énfasis en determinados tipos de recursos. Por ejemplo, no es lo mismo poner un determinado recurso en una provincia donde tengamos un alto índice de  siniestros viales, que en una en la que tengamos una alta estadística de violaciones, o con más asesinatos, drogas o trata de blancas. Es decir, los diferentes delitos requieren que los auxiliares de la justicia tengan  diferentes recursos: de capacitación para investigarlos, recursos técnicos para analizarlos y obtener así las evidencias científicas validadas y certificadas que permitan tener las pruebas eficaces para  administrar justicia.

-Vienen de darle este mismo curso (Investigación Criminal) a un lote de diez provincias. ¿Perciben qué importante es llevar esta discusión al interior para que los recursos humanos se capaciten?

-Sí, lo que más enriquece en estos cursos que estamos haciendo es la devolución de la gente que participa. En los intervalos, antes o después del curso la gente se acerca y nos expresa sus inquietudes  y ahí podemos percibir, en una encuesta muy “informal”,  pero completamente válida, (además de la encuesta formal de rutina), los temas más necesarios para luego, en el Programa Nacional de Criminalística , poder analizar cuáles son las oportunidades de mejora posibles en cada provincia, y los elementos que necesitan para poder seguir administrando más capacitación o más recursos técnicos o económicos. Esa devolución que recibimos de cada provincia es muy útil, muy importante, y es en base a ella que podemos realizar diagnóstico de base, para entender hacia dónde vamos y si lo que estamos haciendo es lo que correcto o si debemos cambiar de estrategia. Hay una estrategia planificada previamente en el área de Política Criminal, a cargo del Ministerio de Justicia, quien nos solicita  una serie de trabajos que tienen que ver con la red de laboratorios, con los cambios de protocolos y  con la capacitación de todos los operadores del derecho. Son los tres ejes fundamentales que estamos afianzando: capacitar a todos los operadores del Derecho en estas herramientas, desarrollar los laboratorios para que puedan asistir a los operadores del Derecho en lo que necesiten y después tenemos que tener un tercer eje que es tener la capacidad de poder analizar estos recursos y optimizarlos con tecnología de comunicación para tener procesos eficientes y eficaces a futuro.

La pregunta que nos hacemos cuando nuestro objetivo es la excelencia judicial es: ¿Dónde ponemos el foco? La realidad hoy nos muestra que el foco lo ponemos en lo que consideramos las reglas del arte de la investigación criminal, no hay otra manera de hacerlo que siguiendo “un método”, hacer un buen diagnóstico del paciente, por decir así, entender qué administrarle, con qué estrategias, con qué tiempos, y ver sobre la marcha si estamos en el buen camino o no. Y hacer, eventualmente, un cambio de timón en el proceso, cuando corresponda.

-A propósito de la política criminal, ¿asistimos a un cambio de paradigma en materia penal en la Argentina?

-Sí, y el Ministro (Germán) Garavano es muy claro en eso en cada uno de sus trabajos, en sus escritos, en sus libros y en su discurso. Tiene que ver con lograr hacer el cambio, ya sea del Código Penal, del Procesal Penal, y todo lo que tiene que ver con la administración de justicia, para que tenga mucha más idoneidad, en cada una de las provincias. Pero también tiene que ver con cambiar la mentalidad del sistema Judicial “ir hacia la prueba”, ya que la prueba en sí es un elemento muy sólido y por eso el Programa Nacional de Criminalística busca fortalecer la investigación de los indicios para llegar a una evidencia que sea recategorizada a prueba con toda la integridad que el proceso requiera. No hay otra área que no sea ésta, porque justamente la prueba requiere de estos pilares mencionados anteriormente, la mirada del protocolo, de los laboratorios y la mirada de los auxiliares de la justicia y cómo trabajan todas las disciplinas en conjunto.

El cambio de paradigma más importante es entender que tenemos que trabajar en forma multidisciplinaria y en equipo, algo que hasta hoy se hace en muy pocas oportunidades. Lamentablemente, en nuestras Universidades, y en todas y cada una de sus facultades (humanísticas, técnicas y  de ciencias  exactas), no acostumbran desarrollar  las competencias profesionales del trabajo en  equipo. El argentino es una persona acostumbrada a trabajar sola, no como en otras culturas en las cuales se ha demostrado que el trabajo en equipo rinde frutos. Como mencioné durante la capacitación, yo no quiero un fiscal, un juez, o un perito “estrella”. Yo quiero el equipo estrella. No hacemos nada con un  Messi solo en el campo de juego.

-En esta área el individualismo puede tener consecuencias nefastas, ¿no?

-Claro, pero nos han educado así. Es una educación muy particular la que tiene el argentino, en la cual trabaja solo, descree del otro y no acepta que el otro pueda aportar algo a su conocimiento. Cada uno sabe acerca de su propia disciplina, desconociendo los posibles aportes de otras disciplinas. Y la base en investigación criminal, se ha demostrado a nivel mundial, es el trabajo de equipo. Es el trabajo multidisciplinario, donde el médico trabaja con el juez, el juez con el toxicólogo, el toxicólogo con el criminalístico, etc., etc. Y cada uno tiene que trabajar entendiendo lo que hace el otro, porque si no, cada hecho a investigar es un rompecabezas que nunca se va a terminar de armar.

-Usted decía durante el curso que el delito perfecto existe en tanto y en cuanto la investigación se haga imperfectamente. ¿Es por ello que en la Argentina hay tantos delitos impunes o sin resolver?

– Todavía, en nuestro país, no cuidamos el detalle; como también decíamos durante el curso, entre hacer una investigación mediocre y una investigación excelente, la diferencia está en cuidar el detalle. Un error en la cadena de custodia, un punto de pericia mal planteado, una actuación errónea en la escena del crimen, pueden ser los detalles que me alejen de la verdad y me acerquen a la impunidad de un delito. A su vez, el delito perfecto no siempre se debe a que el delincuente lo planifique de la mejor manera posible. Él lo hace como le sale en el momento, lo que ocurre es que la impunidad actualmente en la Argentina se debe a que no llegamos a la verdad de los hechos porque en el medio un montón de pruebas pierden validez. Si llegamos a juicio, las veces que es posible llegar a juicio, las pruebas que se presenten no suelen tener  la solidez y la integridad necesarias para que puedan ser útiles al momento de dictar sentencia. Entonces, si existen dudas, la Justicia está limitada en su resolución: ante la duda, terminamos sin administrar justicia. La sociedad ve, de esta manera, que el culpable pocas veces va a purgar por su delito y en muchos casos, al inocente no podemos ayudarlo a probar su inocencia. Esas dos grandes miradas que tiene la gente sobre la justicia, hace que se hable de impunidad, de inseguridad y de irregularidades en el proceso de investigación criminal.

Tampoco ponemos el foco en la investigación y no entendemos la causa raíz, debemos buscar la causa raíz del delito cometido. Si quiero combatir el narcotráfico, ¿qué quiero combatir del narcotráfico? ¿El que lleva droga? ¿El  que la fabrica? ¿El que la vende? ¿El que induce a los chicos a drogarse? ¿O los padres que no saben nada de la droga y no hablan con sus hijos y éstos, ante la curiosidad, la prueban porque la encuentran en el boliche?. Hay muchas miradas de un proceso criminal. Si no entendemos la causa raíz del problema, no lo vamos a poder resolver nunca. Y no resolvemos los problemas porque no buscamos el motivo real del problema. Si nos preguntamos cómo, cuándo, dónde, y con quién y por qué y lo hacemos objetivamente a través de un proceso, y en ese proceso tiene que haber un gerenciamiento, gente responsable en cada actividad, con incumbencias claras de lo que tengo que hacer y lo que no tengo que hacer, con un código de ética profesional en todo los sentidos y una valoración racional de la prueba. Si no es así, vamos a seguir como estamos y la impunidad va a seguir siendo impunidad, el delito va a seguir siendo impune porque no hacemos un adecuado análisis. De eso es lo que se habla hoy y es de la causa raíz de un problema. Por qué pasa lo que pasa. Tenemos un montón de elementos para analizarlo. El tema es que hay que demostrarlo. ¿Es la droga? ¿Es el crimen organizado?… Hoy un sicario está mucho más organizado que cualquier individuo que analiza el crimen. El sicario a veces viene de otro país, aterriza en Ezeiza, viene de traje y de guante blanco, viene sin arma, lo está esperando un remis, le dan la llave de un buen auto, le dan la tarjeta del abogado que lo tiene que defender si llega a pasar algo, tiene un celular especial para cambiarlo cada tantas horas, se hospeda en un  hotel cinco estrellas, tiene armas alquiladas por otras organizaciones delictivas que se la proveen, como si fuera un verdadero hombre de negocios. Ese delincuente está muchos pasos delante de nosotros. El sí, usa guantes en la escena del crimen, cuando los investigadores a veces no lo hacen entorpeciendo la investigación..

-Se refirió del valor de ir al interior. Quisiera saber cómo piensa el PNC acompañar a aquellos magistrados y auxiliares de la justicia que tienen que investigar un crimen o administrar justicia alejados de los grandes centros urbanos del país.

-El PNC está planteando varias alternativas estratégicas. Una va a ser  los proveer los protocolos on line, para que el investigador pueda acceder a ellos cuando lo requiera. Así sea en el lugar más remoto, va a tener la posibilidad de, frente al hecho que tenga investigar, tener un ayuda memoria de cómo hacerlo. Las herramientas informáticas también le ayuden a hacer consultas al área de criminalística de qué pericias pedir y cómo pedirlas y dónde hacerlas. O sea, en la base de datos, el fiscal o el operador del Derecho va a tener en su celular o equipo, el protocolo de cómo hacerlo, adónde pedirlo, el lugar más cercano para hacerlo. Estando  a 100 kilómetros de la ciudad de Corrientes, voy a poder saber dónde mandar la muestra, cómo enviarla y quién es el que tiene que enviarla, pudiendo acceder a una base de datos según el ítem involucrado en el hecho. Por ejemplo, en una violación, donde la víctima ha sido estrangulada, podrá acceder por hecho delictivo o palabra clave y le va a proporcionar todas las opciones disponibles y dónde se realizan, para que pueda obtener el apoyo de los auxiliares de la justicia en tiempo real. Y mediante alguna aplicación similar al Wattsapp, o cualquier elemento de comunicación va a mandar la foto, la huella digital, o lo que corresponda, lo sube a la nube, de la nube lo baja y va manejando el caso en forma digital. Entonces, depende la pericia, si es informática, si es del sistema automatizado de huellas digitales, si es de rastros biológicos, de manchas de sangre, de patrones de las dinámicas de manchas. Si es de patrones de manchas, al tener la foto de la pared se va a poder analizar, y se va a poder determinar si esos patrones corresponden a una cuchillada, si la víctima se dio vuelta, si estaba agachada, si estaba parada. Hay cientos de libros que me dicen la dinámica de las manchas de sangre. “Tomá una fotografía y envíamela”. Esto se puede hacer hoy, no es ciencia ficción. Esto es realidad, lo tenemos ahora. Son herramientas con las que tenemos que empezar a trabajarlas o analizarlas, y cuando aparece algo que no entiendo, tengo la capacidad de solicitar capacitación sobre el tema.

Hoy la comunicación permite al que está alejado de las grandes ciudades, poder pedir información sobre cualquier tema. Usemos las redes de informática, si las usan los delincuentes de todas las  maneras posibles. El que hace pedofilia, por ejemplo ¿qué hace? Usan servidores fuera del país y tienen la nube a su disposición…

 También, mucho hay que cambiar del Código Procesal Penal, porque ocurre a veces que en un allanamiento donde se encuentran drogas, si son como por ejemplo las de nuevo diseño y no está dentro del listado existente que tiene la ley, no tengo herramientas para procesar al delincuente. Entonces también hay que cambiar algunas leyes, porque los listados se actualizan cada cinco años y aparecen en el mercado internacional unas 200 por mes. Y en ese rubro vamos atrasadísimos. No es más cocaína, no es más éxtasis. Ahora tenemos que hablar de súperman, de Einstein, de delfín, de cosas nuevas. Y si no nos entendemos entre nosotros, y no nos mantenemos actualizados tampoco vamos a poder investigar. ¿Y por qué tengo que estar solo en un lugar como Santiago de los Cobres y tengo un delito y no sé qué hacer? ¿Cuál es el problema? Si, Santiago de los Cobres puede tener hoy capacitación virtual, por satélite, ya en la actualidad el PNC ofrece cursos presenciales, semi presenciales e incluso virtuales de todos los temas que requieren las técnicas de investigación criminal.

-¿Y un poco de esto vino a sembrar en Corrientes?

-Exactamente. Este es un curso semi presencial, la parte presencial la hicimos ahora y luego vienen unos cuantos meses en los cuales los participantes van a tener casos a resolver, casos donde tienen que usar  los conocimientos básicos de la medicina forense, la toxicología, la balística, la accidentología,  la genética forense, etc, La mayoría, son cursos de cuatro horas que les permite entender hacia dónde se va, qué se pide, cómo se pide y lo van a usar para su trabajo de equipo. Lo van a ir trabajando y luego van a tener una sesión final otra vez presencial, donde se va a discutir lo que se hizo y dar una devolución a cada participante, de cómo trabajó el caso, cómo lo analizó, qué le faltó, que no le faltó, qué pudo haber hecho. Este es el proyecto de nuestra capacitación sobre la investigación científica del delito.