El doctor Hernán Eduardo Sosa, es magíster y especialista en Derecho Penal y magíster en Magistratura Judicial, que se desempeña como secretario de Primera Instancia de la Unidad de Intervención Temprana, Investigaciones Complejas de la Unidad Fiscal Oeste del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Y el viernes último estuvo en Corrientes para brindar un curso del Programa Nacional de Criminalística (PNC) “Herramientas Conceptuales y Prácticas para Investigaciones Penales Complejas. El Delito de Trata de Personas”.
Esta capacitación, que estuvo destinada a funcionarios y magistrados que tienen activa participación en el fuero penal de toda la provincia, es la segunda de similar calidad que se dicta en Corrientes y fue posible gracias al entendimiento del Fiscal General, doctor César Sotelo, como miembro del Consejo Federal de Procuradores, Fiscales, Defensores y Asesores Generales de la República Argentina, con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, a través de la Subsecretaría de Política Criminal.
El doctor Sosa dejó algunos conceptos sobre su experiencia en 2016, ya que este curso se brindó en prácticamente todas las provincias.
-Enumeraba usted una serie de motivos por los cuales una investigación se torna compleja, lo cual, obviamente, quiere decir que también se complejiza el trabajo de los fiscales, defensores y operadores de justicia. ¿Cómo deben responder ellos para obtener las herramientas que les permitan hacer frente a estas situaciones?
-La capacitación es esencial. Las investigaciones complejas requieren no solamente de una persona, sino de un equipo, que tiene que estar capacitado y contar con las herramientas necesarias para llevarlas adelante. Son herramientas de conocimientos, materiales y de recursos humanos. Generalmente, el Ministerio Público tiene para capacitar, y lo dije en reiteradas oportunidades, una flexibilidad para elegir las personas indicadas. Cada persona tiene un perfil para intervenir en causa. Se tiene perfiles, se tienen intereses, de conocimiento para intervenir en determinadas causas. Y justamente en esa flexibilidad que tiene el Ministerio Público está su fortaleza, no solo en la estructura sino también en la capacidad para elegir esas personas, elegirlas, seleccionarles y darles capacitación necesaria y suficiente para abordar este tipo de causas. Así que la expectativa es la máxima, el Ministerio Público es el mejor organismo creado para investigar este tipo de delitos.
-El Ministerio Público es el primer escalón del acceso a justicia, ¿en estas capacitaciones que lo tienen recorriendo todo el país usted encuentra un correlato con ese ideal?
-Sí, está cumpliendo con ese ideal, y lo ideal, valga la redundancia, es que lo haga dentro de un proceso acusatorio, dentro del cual el Ministerio Público tiene una relevancia mayúscula, en cumplir esa función y ejecutar una política criminal de persecución de delitos. Es esencial el rol del Ministerio Público en eso. Actúa como titular de la acción pública y por lo tanto puede organizar y ordenar una política de persecución penal para la zona en la cual cumple funciones. Creo que tiene todas las herramientas para hacerlo. Y es el organismo indicado para hacerlo.
-Dada su experiencia en CABA y su especialización en Derecho Penal, ¿cuál diría que es el perfil de la persona que debe desempeñarse en un Ministerio Público?
-Un perfil esencial es el de una persona proactiva. Proactiva en la investigación, en la búsqueda de la verdad y los procesos, en la intervención de los procesos. No nos olvidemos que la esencia del Ministerio Público es justamente llevar adelante la acción penal pública, y eso requiere de proactividad, de energía para llevar adelante el proceso. Básicamente, creo que es ganas, interés, voluntad y dedicación al trabajo, llevar adelante lo que le corresponde, cumplir con su función.
-Me detengo en uno de los puntos en que estribaba su explicación de por qué una investigación puede complejizarse: el impacto social. ¿Cómo puede determinar una causa, en un sentido o en otro, ese factor?
-Eso tiene la raíz en el gran crecimiento e influencia que tienen hoy los medios de comunicación, de las redes sociales. Se ha democratizado la información y se ha hecho accesible para cualquier ciudadano. Cualquiera puede acceder de manera instantánea a lo que está pasando en cualquier y por supuesto en su lugar, su lugar donde vive. Eso genera que la sociedad vaya tomando más conciencia de sus derechos, que exija más de los organismos que intervienen, en este caso, en una investigación penal. Y que ese organismo tenga que tomar en cuenta esta situación. Entonces, vemos que determinadas investigaciones pueden tener ribetes que pueden impactar de mayor manera en la sociedad. El Ministerio Público tiene que estar preparado para eso. Y la manera de estar preparado es tener gente preparada y dispuesta para encarar esa situación a partir de la información, de darla correctamente a la sociedad, a los medios. Un vocero me parece que es un rol importante que tienen que tener los Ministerios Públicos y que tienen que avanzar hacia eso. Ese vocero tiene que lograr credibilidad hacia la sociedad y hacia el resto de los organismos públicos.