La doctora Gabriela Marquiegui Mc Loughlin, Defensora Oficial en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, disertó el último viernes en Corrientes sobre “El Rol del Defensor Público Oficial en el Sistema Acusatorio”, invitada por la Fiscalía General y el Área de Capacitación del Poder Judicial de Corrientes, y la Asociación de Magistrados y Funcionarios del Ministerio Público de la Defensa de la República Argentina (ADEPRA).
Su presencia marcó el inicio de una importante actualización programada en cuatro módulos y por ello le dio la bienvenida el titular del Ministerio Público de Corrientes, doctor César Sotelo. Sobre el cúrriculum de la visitante, en tanto, se expresó la doctora Patricia Barbis, Defensora Penal N° 2.
Marquiegui Mc Loughlin expuso sobre la experiencia que se registra a partir de los cambios normativos, que generan a su vez cambios en las prácticas judiciales y en los roles. Así, sostiene que “el sistema acusatorio es una metagarantía, siempre y cuando los defensores tengan facultades y posibilidades reales para intervenir de manera inicial en el proceso. De lo contrario es una parodia, una mera formalidad” dijo, para afirmar que pasar de un sistema inquisitivo a uno acusatorio o adversarial es “una reforma cultural, por su dimensión”.
-El cambio de un sistema inquisitivo a uno acusatorio supone un cambio enorme, un cambio cultural, según sus propias palabras. ¿Con qué herramientas y habilidades debe contar un defensor para acoplarse efectivamente a rol que le impone el sistema acusatorio?
-La Defensa tiene que estar preparada, desde el punto de vista de las habilidades, para poder litigar en igualdad de condiciones con la Fiscalía. Y también tiene que contar con recursos, técnicos, para poder llevar adelante su propia investigación, confrontar al fiscal en igualdad de condiciones, tener su propia teoría del caso y su propia estrategia para litigar en una audiencia con el fiscal. Pero para sostener su teoría del caso, necesita tener pruebas. Y para tener pruebas tiene que tener recursos y además tomar contacto con el expediente desde un primer momento, porque si lo toma tarde, ya no tiene posibilidades de investigar de manera igual o paralela la fiscalía. Podés tener recursos o con lo que tenés, administrarlos de otra manera, pero tenés que acostumbrarte culturalmente a investigar. Hasta ahora veníamos acostumbrados a ver el expediente del juez y discutirlo. Esto no sirve porque es una discusión sobre una misma situación fáctica, tenés que pensar tu propia teoría del caso, elegir tu postura, tu estrategia y generar actividad probatoria, buscar tus propios testigos, entrevistar a los testigos del fiscal, tener tus propios peritajes, entrevistar a la misma policía que intervino en el caso, pero desde la visión de la Defensa, porque por ejemplo, un policía puede ser entrevistado por el fiscal de una manera, y por la defensa de otra. Tenemos hipótesis para acreditar diferentes miradas, la mirada del testimonio es distinta. A mi se me van a ocurrir preguntarle cosas que al fiscal no le van a interesar o no se le van a ocurrir. Por eso, necesitás recursos, pero aún sin recursos, necesitás que los defensores cambien la forma de trabajar, hagan un click cultural en su cabeza.
-Sobre la situación del justiciable, ¿en el nuevo sistema hay más garantías o sólo se observan con mayor rigor las ya existentes?
-Las garantías son siempre las mismas, lo que sucede es que el cambio de sistema te expone dónde las garantías fallan en la primera etapa del proceso. La garantía del sistema acusatorio, de igualdad de armas o del derecho de defensa siempre fue validada y reconocida. Al implementar un sistema acusatorio, por lo menos para la defensa, algunas características le dan más fuerzas a las garantías, pero otras quedan como expuestas en dónde están fallando. Queda muy expuesto que si la defensa no está dotada de lo mismos o de más recursos de los que tiene ahora, el derecho a ir a una contienda en igualdad de condiciones, no está del todo reconocida.
-¿Considera que las Provincias que aún permanecen en el sistema inquisitivo sufren un atraso importante en su servicio de justicia?
-No sé si atrasadas, van de contramano con las políticas de reforma que se vienen dando en toda la Argentina y en Latinoamérica. Son sistemas poco modernos que claramente, no benefician a la defensa por ejemplo. El acusatorio corrige esto y beneficia el desarrollo del derecho de defensa. Y a la víctima y la sociedad también, porque la oralidad demuestra que hay más publicidad, más transparencia, la víctima tiene un rol más protagónico. Entonces, desde este punto de vista, sí, el sistema inquisitivo queda atrás.