La titular del Juzgado de Menores Nº3, doctora Pierina Itatí Ramírez, entrevistó a través de WhatssApp a una mujer radicada en la localidad de San Miguel, que debía ratificar su deseo de adoptar a G., hijo de una ex pareja.

De la audiencia virtual también participó la Asesora de Menores, doctora Romano, y el adolescente, quien por normativa debe expresar su consentimiento.

“M.C. estaba en el patio de su casa, intentando no perder la conectividad, en el marco de una tormenta que se avecinaba. Con toda simpleza, esta mujer nos ratificó el deseo de hacerse cargo de G., quien es hijo de una pareja que ella tuvo. El padre le pidió que lo ayudara porque él no podía” relató la doctora Ramírez.

 “Tal vez como un último acto positivo, el padre del joven pide a su ex pareja que lo adopte. Y ella, con hijos ya grandes, con generosidad, resuelve ahijarlo” comenta la magistrada.

El Juzgado ya había decretado la situación de adoptabilidad cuando el adolescente tenía 12 años, tras una situación de vulneración de derechos. G. estuvo mucho tiempo en espera porque no había familia que quisiera adoptar a un adolescente, y habiendo agotado la búsqueda en la provincia, se avanzó con una convocatoria nacional.

G. proviene además de una experiencia traumática: a los 13 años, al no conseguir familia adoptiva en la provincia de Corrientes, el RUA autorizó por convocatoria nacional la vinculación con una pareja de Córdoba que se mostró interesada en su cuidado.

Sin embargo, tras radicarse un breve tiempo allá, la guarda pre-adoptiva no funcionó y G. regresó a la institución que lo cobijó.

Se autorizó entonces una nueva búsqueda y allí aparece M.C. y se postula como madre adoptiva.  El Consejo Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia (COPNAF) la propuso como Guardadora pre adoptiva.

La doctora Ramírez indicó que “aun en medio de la crisis sanitaria, se dio el paso inicial pero trascendente para concluir con esta adopción”.