Con muchas expectativas, Jose Luis comenzó a trabajar semanas atrás en el Centro Judicial de Mediación. Es hipoacúsico desde su nacimiento y su ingreso al Poder Judicial se enmarca en la política de inclusión laboral de personas con discapacidad.
Jose Luis Martelotte tiene 35 años, un hijo pequeño y vive en las afueras de la ciudad. Fue nombrado como personal de maestranza del Centro Judicial de Mediación, que funciona en la histórica Casa Lagraña de la ciudad de Corrientes.
Su incorporación, que se concretó semanas atrás, hace efectiva la política de ingreso de personas con discapacidad al Poder Judicial.
Es que Jose Luis es hipoacúsico desde su nacimiento: usa audífonos en forma permanente.
La propuesta de su designación fue realizada por el Ministro Supervisor del Centro Judicial de Mediación y de la Justicia de Paz, doctor Fernando Augusto Niz en el marco de la política pública que viene llevando adelante el Superior Tribunal de Justicia de incorporar personas con discapacidad a la planta de trabajadores.
En la nota por la cual solicita su nombramiento, el doctor Fernando Augusto Niz explicó que José Luis fue el aspirante que cumplió con los requerimientos para acceder al cargo.
Para la elección se tomaron entrevistas a las personas con disminución auditiva y José Luis fue quien dio con el perfil para cumplir con el trabajo.
Sus tareas en el Centro Judicial de Mediación son el orden y la limpieza de las oficinas, salas de audiencia y Cámara Gesell , llevar los expedientes que se le solicita, devolverlos a su origen, sacar fotocopias, entre otros. Ingresa a las 6 y 30 de la mañana y permanece hasta las 13.30.
El joven expresó haberse sentido “muy bien recibido por sus compañeros y muy contento por la posibilidad de trabajar”.
Su jefe directo, el doctor Miguel Antonio Benítez, destacó su voluntad y la alegría con la que encara la jornada laboral, y la inmediata adaptación al espacio y a los restantes integrantes de la dependencia.
El Centro Judicial de Mediación se viene preparando para la incorporación de Personas con Discapacidad, con capacitaciones en lengua de señas tanto el personal como los abogados mediadores que alli se desempeñan. Y de hecho, se consiguió la adquisición de un equipamiento específico para un mediador con discapacidad visual.
El Superior Tribunal de Justicia lleva adelante una firme política de inclusión laboral de personas con discapacidad, y busca que –en el corto plazo- se puedan realizar concursos específicos adaptados para el ingreso en el servicio de justicia.
Su titular, doctor Luis Eduardo Rey Vázquez, había indicado en una jornada de sensibilización sobre este tema que “Hay que asignarles funciones compatibles para que se perciban valoradas y puedan desempeñarse correctamente”.
En ese sentido, la finalidad de la jornada fue concientizar a quienes tienen a cargo la designación del personal ya que para el Superior Tribunal es prioridad incorporar a personas con discapacidad.
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