El STJ obligó al Municipio de Curuzú Cuatiá y a la empresa Aguas de Corrientes a indemnizar a la propietaria de un inmueble en el que a diario camiones atmosféricos desagotaban residuos cloacales, provocando olores nauseabundos, lo que desvalorizó su propiedad.
Por el daño ambiental que esas descargas producen en el lugar, la mujer alegó la desvalorización de su terreno, que queda inutilizado para el uso o su venta.
La función de policía respecto de la salubridad, seguridad, higiene y control del impacto ambiental se encuentran en manos del órgano municipal. Expresamente
Al no proceder con su obligación de policía, el municipio incumplió con su deber de salvaguardar la seguridad de los vecinos como la ley le imponía, afirmaron los Ministros.
Así, la sentencia Nº116/09 deja sin efecto el pronunciamiento de
El caso
La dueña de una chacra en la ciudad de Curuzú Cuatiá demandó a Aguas de Corrientes y/o quien resultara responsable por los daños y perjuicios ocasionados por la descarga periódica de efluentes en la estación elevadora de líquidos cloacales instalada por Obras Sanitarias en una fracción de su terreno, la cual provocaba olores nauseabundos, que posteriormente desvalorizaron su propiedad.
La mujer cuestionaba que no se había dispuesto nada respecto de una servidumbre de acueducto, ni una servidumbre de paso, ni de descargas diarias de residuos cloacales al momento en el que ella vendió una fracción de su propiedad a
En ese predio se desagotaban efluentes que luego eran bombeados a las lagunas de tratamiento. Pero señaló que la empresa Aguas se "adueñó" de la totalidad del predio, usándolo como propio, estableciendo una servidumbre de acueducto sin autorización y una de tránsito ya que para acceder a la estación elevadora los camiones atmosféricos deben pasar por su inmueble, totalmente inutilizado.
Pidió un resarcimiento ya que la municipalidad desistió de comprar hectáreas para la construcción de viviendas mediante el Instituto de Vivienda de Corrientes (INVICO) por los gases contaminantes que emanan de la planta de residuos lindante.
Además, los sólidos depositados en las distintas instalaciones de los vehículos eran fuente de olores nauseabundos debido a las características sépticas de los camiones.