El muchacho, del barrio Pirayuí, se hallaba alojado en un Centro de Contención Juvenil de la Capital correntina por una denuncia de amenazas calificadas y lesiones leves efectuada por la pareja de la madre.  

La causa fue derivada por el Juzgado de Menores Nº3 al Centro Judicial de Mediación para aplicar la Mediación Penal Juvenil, un instituto novedoso para la Justicia local que pretende resolver conflictos de modo no adversarial cuando hay menores de edad involucrados en delitos de orden penal.

De hecho, es el segundo caso que alcanza acuerdo luego de que el Superior Tribunal de Justicia lo aprobara en junio de este año.

El espíritu de la medida es que de modo rápido, justo, gratuito y accesible los jóvenes involucrados puedan hacerse cargo de la responsabilidad de los hechos que han generado.

En la presente causa, el proceso para llegar a un acuerdo demandó varios encuentros, de los que participaron la madre, su pareja, el joven ofensor, la Asesora de Menores N° 4 y el Defensor Oficial Penal N° 1.

L.M.R. se comprometió a continuar con su tratamiento en el Hospital de Salud Mental “San Francisco de Asís” hasta su alta; seguir asistiendo a la escuela hasta culminar sus estudios; y mantener el respeto hacia su núcleo familiar integral, colaborando con las tareas del hogar y -en adelante- a frecuentar personas, lugares y situaciones que contribuyeran al logro de las responsabilidades asumidas.

Los padres a su vez, se comprometieron a apoyarlo en lo que el joven necesitara; y solicitaron que a través del Juzgado interviniente se coordinara con las áreas de educación y salud; además de solicitar la homologación del Acuerdo alcanzado para darle mayor fuerza y validez.