El Juzgado de Familia N°2 falló a favor de una medida cautelar interpuesta por la Defensoría de Pobres y Ausentes N°1, que logró localizar primero y restituir a su madre luego a un niño que había sido retenido por su padre en Rosario.
La mujer relató que había mantenido una relación de concubinato con el padre de D.A.B. con quien tuvo un primer hijo, aunque éste no lo reconoció. Atravesaban una situación económica difícil por lo que se trasladaron a Rosario, donde vivía la madre de la pareja. Tras el nacimiento del segundo hijo, la relación empezó a deteriorarse por el consumo de drogas del padre, lo que ocasionaba constantes peleas y discusiones lastimándola cada vez peor. En ese clima, nació el tercero de los hijos. Sostuvo que “por ignorancia e inocencia siguió permaneciendo con el demandado, hasta que la golpeó estando embarazada de la cuarta hija, por lo que tomé valor y decidí venir a Corrientes, con mucho temor, ya que él anda armado y consumiendo sustancias”.
Al poco tiempo, el padre la encontró y la golpeó, ingresando lastimada al Hospital Escuela. Finalmente, tras una medida de exclusión dictada por un Fiscal y prohibición de acercamiento conseguida en sede penal en el año 2009, logró echarlo y se volvió a Rosario. La suegra le ofreció hacerse cargo por un año de D.A.B., quien manifestaba extrañar a su padre, a lo que accedió por desesperación. Con el transcurrir del tiempo el contacto comenzó a espaciarse y cuando pudo comprar los pasajes para ir a buscar a su hijo, el padre se enteró y lo impidió. Sólo se hablaban por teléfono ocasionalmente hasta que en noviembre del 2.012, la madre recibió un llamado y D.A.B. le aseguró que “no quería estar mas allí con su padre y abuela, que los extrañaba mucho a ella y sus hermanos, y lloraba todas las noches”.
La madre radicó una exposición policial en la Comisaría de la Mujer y el Menor, y por indicaciones expresas compareció ante la Defensoría de Pobres en febrero de este año, donde realizó una denuncia por impedimento de contacto. La Defensoría se comunicó con la abuela, quien informó que el chico vivía en una villa con su padre, “cuya conducta era irrecuperable”. A través del trabajo articulado con las autoridades judiciales del Juzgado de Familia N°4 de Rosario, se pudo localizar primero la escuela a la que concurría el niño, entrevistarse con la maestra y dar con éste, para ser el menor conducido a los tribunales y ser oido.
D.A.B. contó que sus padres “se separaron hace mucho tiempo, que al principio su mamá, él y sus hermanos fueron a vivir a Corrientes, que cuando él tenia cinco años la mamá le pidió a la abuela que lo trajera a Rosario y hace cuatro años vivía con el padre y no ve a la mamá ni a sus hermanos. Extraña a la mamá y quiere irse a vivir con ella ahora, que si su mamá lo quiere llevar, quiere ir a Corrientes”.
Con esas pruebas, se ordenó la inmediata restitución del niño a su madre, concretándose el encuentro el pasado 20 de noviembre en la casa en la que el niño de 9 años habitaba en Rosario, cuostodiados ambos por una comisión policial bajo las órdenes de la Comisario Mayor Rosa Graciela Gonzalez de Rossi, que acompañó a la madre, desde esta ciudad de Corrientes y los trajo a ambos, sanos y salvos.
Ante la Jueza de la causa, la madre expresó estar conforme con las actuaciones, manifestó que ya avisó a los hermanos que D.A.B. “ya está conmigo” y “él dice que está contento, se ríe todo el tiempo, y dijo que hace tiempo que quería venir”.