El Tribunal Oral Penal Nº2 inició el juicio contra Carlos de Jesús Brizuela, acusado de homicidio agravado por la relación de pareja con la víctima y por haber sido cometido contra una mujer mediando violencia de género y con alevosía.
El Tribunal Oral Penal Nº2 realizó la primera jornada del debate oral y público en el marco de la causa que se le sigue a Carlos de Jesús Brizuela por la muerte de Gladys Beatriz Revolero, con quien estuvo 22 años.
El hombre está acusado de delito de homicidio agravado por la relación de pareja con la víctima y por haber sido cometido contra una mujer mediando violencia de género y con alevosía.
En esa primera audiencia prestaron declaración testimonial las personas que se encontraban en el domicilio del Barrio Patono donde ocurrió el hecho el 18 de junio de 2015, y se requirió el auxilio de los vecinos del lugar y de la policía, lo que hizo posible la aprehensión del imputado a pocas cuadras del lugar.
El Tribunal Oral Penal N° 2 está integrado por los doctores Juan José Cochia en su carácter de Presiente del debate y María Elisa Morilla y Ariel Héctor Gustavo Azcona como Vocales.
El STJ revocó una resolución de la Cámara de Apelaciones Criminal de Capital que declaró nulo el procesamiento de un hombre por lesiones leves a su pareja embarazada. La Cámara consideró que el Ministerio Público Fiscal debió justificar su intervención ya que se trataba de un delito de instancia privada. Para el Fiscal -al tratarse de violencia de género- su participación era válida porque mediaron razones de seguridad e interés público.
El 94% de las víctimas fueron mujeres. En todos los rangos de edades predominó la violencia verbal y los denunciados en su mayoría fueron ex parejas.
El Juzgado Correccional de N°3 de Goya absolvió al imputado en una causa por lesiones leves en el marco de violencia de género. El STJ hizo lugar a un recurso presentado por la Fiscalía y ordenó que el expediente vuelva a origen para dictar un nuevo pronunciamiento. El hombre deberá someterse a un tratamiento médico para tratar su adicción.