La licenciada Beatriz Moretti es una psicóloga laboral externa al Poder Judicial que se halla trabajando en la prevención y gestión de los conflictos en el ámbito de la justicia. Su propuesta es desarrollar competencias vinculadas al talento humano, y advierte que sin actitud de cambio los problemas interpersonales en el trabajo no se pueden resolver.
Convocada por el Jefe del Cuerpo de Psicología Forense, licenciado Alejandro Golfarb, la profesional viene llevando adelante talleres de carácter práctico que apuntan a prevenir y gestionar conflictos laborales en dependencias judiciales.
La licenciada Moretti, a cargo de una consultora, explicó que junto a su equipo observan que en las oficinas y juzgados hay personal con mucho conocimiento técnico-jurídico pero escaso o nulo conocimiento de la gestión de recursos humanos. Y que lo que se pretende es desarrollar el potencial de liderazgo fundamental en los cargos jerárquicos.
Relató que han venido trabajando en casos en los que se fundamenta acoso laboral como base de las denuncias (que luego derivan en sumarios). Sin embargo, lo que se detecta son cuestiones interpersonales manejadas de modo incorrecto. “Tenemos situaciones en las que se alega acoso, se obtienen licencias psiquiátricas, y en realidad lo que subyace es un deseo de traslado a otra dependencia”, indicó Moretti.
Por su parte, el licenciado Golfarb añadió que los integrantes del Poder Judicial cargan –en general- con la impronta de que ante cada conflicto debe armarse un expediente y realizar actuaciones administrativas. “Es decir, tenemos incorporada una lógica adversarial que nos lleva a confeccionar informaciones sumarias para deslindar responsabilidades y quedarnos tranquilos. Pero no funciona así. No es el camino indicado” refiere.
En materia de gestión del conflicto ambos coinciden en que el mayor peso en la responsabilidad de resolverlo la tienen los jueces, quienes deben ejercer un rol de líderes. “Sin embargo, no es lo mismo hacerlo de modo silvestre o intuitivo que contar con asesoramiento y herramientas que le permitan al magistrado llevar el timón de la situación”.
La aspiración es no llegar a un punto sin retorno porque no sólo se ven afectados las dos personas que habitualmente entran en conflicto sino todo el entorno, que se ve involucrado. En otras palabras, se busca un clima laboral saludable.
Moretti lo define como aquel en el cual “el líder puede motivar permanentemente a sus colaboradores, puede tener el control de la situación delegando en forma conveniente las tareas, no circunscribiéndose a los procedimientos sino respetando al ser humano; y todo ello con una comunicación efectiva y una escucha activa”.
Para ello, se apela a diferentes técnicas de modo de generar una apertura y un cambio de postura.
– ¿Que sucede cuando la persona tiene una conducta conflictiva y no aspira a modificarla?
Licenciada Moretti: -Hay casos así. Pasa. La capacitación que proponemos es para quienes tienen voluntad de cambiar y pretenden ver resultados. Son encuentros de carácter voluntario, no coercitivos. Sin actitud de cambio no puede resolverse un conflicto laboral. Entonces trabajamos sobre el resto del plantel del Juzgado, sobre el resto del equipo para darles herramientas a ellos. De hecho, he invitado a personas que se hallaban en uso de licencia psiquiátrica y han aceptado los encuentros, pudiendo avanzar en su reintegro a la dependencia.
Licenciado Golfarb: -No todo radica en la intervención sino que hay un componente de voluntad. Estamos viviendo situaciones muy críticas y la violencia y la denuncia inmovilizan. Aunque luego se demuestre que no había tal acoso, las partes quedan lastimadas y hay que generar herramientas de autoprotección.
Los profesionales aseguraron que el desafío era muy grande pero que se avanzaba con el acompañamiento de las autoridades.