Ante el peligro de que el tratamiento de una mujer mayor internada fuera interrumpido por una de sus hijas, el Juzgado Civil y Comercial Nº 8 actuó con celeridad. En el término de una hora notificó al personal del hospital que no necesitaba del consentimiento de la hija para la continuidad de sus cuidados.
El doctor Gabriel Saade dispuso la protección de un adulto mayor no vidente y en estado de indigencia. Además de internarlo en un geriátrico por 120 días para asegurarle comida y salud, en tanto el municipio construye una habitación para él, el magistrado le explicó quien lo ayudará con el cobro de su pensión y ordenó que sus perros no quedaran abandonados.
El Juzgado Civil, Comercial y Laboral de Mercedes admitió la demanda de una pareja de adultos mayores que quería recuperar su casa, a la que habían ingresado un nieto y su pareja mientras realizaban refacciones y no les habían permitido volver a entrar. Se analizó el caso teniendo en cuenta la perspectiva de vulnerabilidad de los adultos, el abuso de confianza y la violencia ejercida contra los adultos mayores para despojarlos de la vivienda.