El Tribunal consideró que la denunciante no pudo probar la autoría y responsabilidad civil de la demandada y revocó el fallo de primera instancia que le había ordenado pagar una indemnización en concepto de daños y perjuicios.
La Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral de Goya no hizo lugar a una demanda de indemnización de un veterinario que cumplía funciones específicas en una Cabaña Ganadera. Los magistrados reinterpretaron los alcances del artículo 23 de la LCT, que aborda la presunción de la existencia de un contrato de trabajo en la prestación de servicios.