Fue adoptada plenamente cuando tenía un año por un matrimonio de Rosario. Al conocer a su madre biológica en la adolescencia, ésta le relató quien era su padre. Se presentó ante la justicia para verificarlo y reclamar los derechos sucesorios. Los análisis dieron positivo por lo que se transformó en heredera.
La Sala IV de la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial rechazó un recurso de apelación en el que una mujer se proclamaba heredera única y universal de los bienes de familia en la ciudad de Corrientes, aún teniendo domicilio en Santa Fé. Los jueces confirmaron la incompetencia del Juzgado Civil y Comercial N° 2.
La Corte Provincial entendió que aún cuando el vínculo con un familiar fallecido se encuentre acreditado, el mismo resulta insuficiente para demostrar su calidad de herederos y deben promover el juicio sucesorio.